…como la espuma de cerveza.
Algo tienen las noches en que no deberías salir. Ese sentimiento de sentirte malo, infringiendo las reglas, sucio, pero duchadito, es una expresión más de El Rollo Maldito™. Dicen que la sensación del deber cumplido es bastante buena. La sensación de estar ciscándote en el deber con saña, alevosía y esa otra tia que no te han presentado, es algo cojonudo.
Porque ser bueno, rico, bonito y simpático es fácil. Estudiar y aprobar los exámenes, que tus padres estén contentos con su hijo porque se acuesta todos los dias a las once y media. Tener dinero ahorrado honradamente, una novia modosita y de buena familia que te dice cada dia cuanto te quiere… La vida de cara es puro confort, joder, es un mercedes que huele a nuevo, y así irte a seiscientos kilómetros es un paseo…
Lo que tiene mérito es la vida rayando El Rollo Madito™. Presentarte a los exámenes con resaca, llegar a casa con los zapatos en la mano, andando de puntillas para no llevarte una bronca, quedarte sin un duro invitando a cubatas a este tio… – como te llamabas tron…? –. Es dormir en el suelo y despertarte de buen humor. Es llegar a casa y desayunar con tu padre y tu borrachera. Es valorar los hoteles por la ausencia de estrellas… Ser un paria, al fin y al cabo, el que no gana ni con la cara ni con la cruz. Saber que no importa cuanto tires la moneda al aire, hasta que no te la gastes en una caña, vas a seguir perdiendo…
El Rollo Maldito™ es un Hyundai Accent con doscientos-mil kilómetros y una ventanilla rota. Cargado de víveres y béberes. Un colega al volante y otro atrás, durmiendo la mona. Arrancarlo y hacerte los mismos seiscientos kilómetros …o los que te permita hacer.
Esas noches en que sabes que no deberías estar ahí, con un tercio de cerveza en la mano, sin mirar el reloj, sin pensar en mañana, son las noches en que mas grande te sientes.
Ése es el verdadero afán de superación, el que trata de llevarte ahí. El séptimo sentido de los Caballeros del Zodiaco. La barra del tiro llena encarando portería en el Fifa. El Nirvana de Kurt Cobain. El Rollo Maldito™.
Además los niños buenos con el cocodrilo al pecho… no molan nada!… qué siesos que son…
😛
Y que lo digas Birubí, supongo que esos son los cordosiesos del cuento
apoyarte en la barra de «tu» garito y pedir otro brugal cola con tu mejor amigo abrazandote por la cintura, subir al coche, poner la musica a tope y preguntar «donde vamos ahora??», acelerar hasta perderte en un amanecer naranja….. uufffff… que sábados
(besos niño, que me tienes enganchada a tu blog :P)
🙂 gracias Casandra, por los besos, por entender el Rollo Maldito y por engancharte a mi casa. Bienvenida!
mejor aun es cuando nisiquiera es sabada, sino martes.
ay… ese royo…
joder, debí coger el teléfono el sábado…
pero sabes que no lo hice porque me hubiese despertado el domingo por la tarde al lado del tigre y oliendo como uno de ellos
D. es cierto que las borracheras entre semana tienen mucho de Rollo Maldito, pero en Sábado suele poder acompañarte algún colega más… y eso hay que valorarlo!.
No me jodas Prep, con Dingo sí pero con El Tigre no? 😛
Por cierto, bienvenido/a D. 🙂
algun tiempo sin visitar el blog y ya me ando actualizando ,es q no lo olvido! es bastante bueno, este post me a gustado mucho!
un besazo!