Cristina reservaba su mirada de la muerte para cuando sus ex le pedían volver. Entrecerraba los ojos. Comprimía el orbital de los labios. Endurecía la mandíbula. Desaparecía el ex novio.

Pero había una mirada que Cristina sabía que poseía, de mucho más poder aún, pero que no podía controlar. Aquella que aparecía solo en dos ocasiones. O bien cuando abría ese yogur que a veces encontraba en alguna nevera, Yoplait, con su año de nacimiento, que detalle, impresa en la tapa, o bien cuando alguien se le acercaba en el Flicker’s y le decía «hola, como te llamas?»

La vida puede ser muy cruel, pero Cristina… Cristina puede ser como masticar piedras de la playa de San Cristóbal.

14 thoughts on “Cariño, dueles

  1. ah!osea que así se llaman todas esas a las que repelo por ahí de fiesta!!
    pos es bueno saberlo, ya no me hacercaré a ninguna más para preguntarles…
    esque el spray de pimienta ya escuece demasiado.

  2. Carabiru sea como sea, Cristina sabe como matarte…

    Prep creo que tu no puedes quejarte ;)

    rdb supongo que unos mas que otros… Yo aún nunca he sido Cristino…

  3. eMe, si que me quejo. Yo me ginsho de pinchar porque un leve porcentaje de a tó lo que le tiro, cuando beben mucho y no quieren que siga agobiandolas, aceptan pa que me calle…
    Chicos, aquí teneis revelado mi secreto, es la técnica, creedme!
    ¿Quién se apunta a una de «mis fiestas» de los sábados?

  4. Prep no te vendas tan mal que no voy a subirte puntos de Rollo Maldito™, te he visto en acción y no hay tal técnica de acoso y derribo ;)

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