Desde aquel acantilado en Cádiz…
La chica de las respuestas inesperadas llevaba callada más de un minuto, lo que en ella, constituía una hazaña tal como aguantar debajo del agua sin respirar cuatro dias seguidos. Laborables. Comenzó siendo genial… Terminaba siendo inquietante… – Sabes…? Moría un poco cada vez que se arrancaba así. Me anticipaba un pensamiento suyo que yo …