Seguro que la pregunta que sugiere la respuesta del título la conoce todo el mundo: ¿Dónde va la gente? Donde vaya Vicente… y hace referencia a lo poco críticos que somos a veces con ciertas cosas, dejando nuestros gustos o apetencias a merced de lo que haga la mayoría en una situación determinada.
Éste artículo iba a ser un comentario en el post de Jota sobre la feria de Arte Contemporáneo ARCO, pero como se me alargaba demasiado, he decidido responderle desde aqui. En su artículo, Jota se hace eco de un reportaje del programa «El Buscador» del sábado pasado, donde consiguen colar una obra realizada por preescolares en el recinto ferial.
Odio el programa «El Buscador» me parece que tiene un presentador insoportable, y unos pésimos reporteros que manipulan la información hasta el límite para tratar de mostrarla lo más impactante posible. Ello no quita que el experimiento que montan en el citado caso sea muy interesante (si bien no el desarrollo, al menos sí la idea) y que la reportera sea monísima, todo hay que decirlo y hemos de ser lo más objetivos posible.
Estoy seguro que el reportaje se ceba con los cuatro visitantes que más duro picaron en el engaño de la reportera, sin mostrar que también habría gente a quien el cuadro le parecería una chufla o quien no tuviese opinión, pero eso parece no tener interés. Hubiese sido interesante que algún experto hubiese valorado el cuadro, o mostrar aquellos visitantes a los que el cuadro no les gustase, demostrando que también hay gente crítica.
Yo también estoy de acuerdo con la moraleja del artículo de Jota, de que a veces somos tan tontos que pretendemos dejar por mas tontos a los demás para sentirnos así más inteligentes que el resto. Nos da verguenza reconocer que no entendemos algo por temor a que se rian de nosotros, y esto es normal. Lo que ocurre es que los cuatro del video van más allá, y se retratan tratando de darle un valor al cuadro sin tener ni idea. No estoy de acuerdo con que éste reportaje, tendencioso a mi parecer, ponga en entredicho la calidad de la feria ARCO, porque como digo, me juego el nombre a que hay muchas otras opiniones que no le interesa recoger. Y además, frente a una cámara, en un evento de la trascendencia de ARCO y ante las alentadoras preguntas de la reportera, cae, y con razón, hasta mi hermana, que se dedica a esto (y es una auténtica crack!).
A mi el cuadro me gusta, y he de decir que en ARCO he visto cosas que me parecen espantosas y que no comprendo. Pero tampoco pretendo comprenderlas. Como en la música, no aspiro a sentar cátedra frente a otros, ni mucho menos. Porque no tengo ni idea. No he estudiado las bases, ni me paso el dia viendo arte (aunque sí escuchando música). Mi actitud frente a estas cosas suele ser «me gusta o no me gusta». Recoger la experiencia del pintor, el carácter, la edad o hasta la situación sexual del mismo me parece ya pretencioso al extremo. Ridículo.
Así que no pienso que quede en entredicho el nombre de nuestra feria de Arte Contemporáneo de ninguna manera, a no ser que hablemos de lo fácil que parece que fué colar la obra, por la opinión favorable de un puñado de visitantes sobre un cuadro que, ya lo he dicho, al margen de cual sea su calidad, me gusta bastante.
Además, sabes una cosa, las TV y periódicos se ceban en lo provocativo, lo estúpido (si me lo permites), pero lo que vende es lo otro, lo que se exhibe en cualquiera de los ciento de salas. Pasa lo mismo con la moda, llama la atención el David Delfín, pero quién vende son los otros.
[Opinión extremadamente personal y sin nada de fundamento real].
Totalmente de acuerdo contigo Rufo. Todo el mundo debería conservar un poco ese lado crítico para darse cuenta de que a veces no es verdad eso de «así son las cosas y así se las hemos contado»