Vas por la calle. Está atestada de gente. Alguien tropieza contigo y se disculpa… Tu cartera ya no es tu cartera…
Como Matt Damon en Ocean’s Eleven…
Siempre he admirado lo que los carteristas pueden hacer. Meterte mano en medio segundo, sacarte hasta las muelas de oro, disculparse contigo y encima quedar como la última persona educada del mundo…
No quiero que me roben lo poco que puedo llevar encima, pero siempre quise encontrarme con uno de ellos…
Vas por la pista del Góngora una noche. Está atestada de gente. Suenan unos acordes… Alguien te viene a la cabeza… y tu canción… ya no es tu canción…
Hoy en día hay que desconfiar de la gente educada. A eso hemos llegado! (Y cada vez estás más metafórico, creo que dentro de 10 posts no voy a entender nada…)
Ah… Prime! (o algo así xD )
Buen símil, muchacho. Me encantan las entradas capicúas.
Capicúas Mago?
Argento estoy espesillo últimamente, lo sé… No me conviene para nada que precisamente tu no te enteres de nada…
Anda, mesascapao un valencianismo. Que fort. Cap-i-cua, cabeza-y-cola, viene a referirse a los números o palabras (o posts) que terminan y comienzan igual, con algo de simetría 😉
😛
Este jotaté… nunca había visto ese término aplicado a una historia, pero sí, tiene razón, queda bien.
jajajaja Capicúa se utiliza en todos lados, solo que no me había dado cuenta de esa aplicación 😛
Birubí esta vez Leo ha vuelto a por su cetro 😛
😛 pero solo porque estoy con exámenes!!!!
Reclamaré lo que es mío por justicia!!
Jajajajajaja.