Hace algo así como seis o siete años me vi yo, extrañas circunstancias que se dan, charlando con Antonio Benitez, un tipo al que no le prestarías ni un boligrafo bic, que había pasado más vida en la cárcel que fuera de ella, canijo como el corte del papel de biblia y con la espalda completamente tatuada con un historiado falo más grande que las torres del Santiago Bernabéu.
«Anto… Antonio», comencé, tragando saliva ruidosamente mientras fijaba la vista en el suelo y preguntándome qué ganas tendría yo de morir un dia primaveral como ayer, o siquiera de ganarme como enemigo a un ex-todo deshauciado de la vida. «Que digo yo… como… es… que tienes un tatuaje de un pene en la espalda… tatuado… ahí…?»
Antonio no disimuló un gesto de fastidio, entrecerrando los ojos y ladeando la cabeza. «Er puto niñato ehte hasiendo la preguntita de los cohone…» pensó… Chasqueó la lengua… Apuró su cigarrillo… Sonreí nerviosamente… Empecé a sudar a chorros…
Si hay diez niveles de ronquera, a Antonio Benitez le crearon un nivel en lo más alto para él solo, y con tan desagradable golpeteo de cuerda vocal y su impecable cordobés, léntamente y sin mirarme, dijo:
«Nunca le piah a tu mehó amigo que te tatúe ar crihto de loh faroleh donde no pueah vehlo… porque a lo mehó no eh tu mehó amigo…»
Jajajajajajaja ¡¡Que bueno!!
Pero, ¿es cierto? porque entonces ya sería la leche!!
Es cierto Asha, es cierto, si bien en lugar de Antonio Benitez se llamaba de otra manera.
La cosa es que últimamente vengo pensando que ese dibujo es, en sí, la moraleja del cuento.
Pero qué bueno!
😛 si estaba bien hecho, sería digno de ver, no? jejeje
Birubí, creo que no voy a darte detalles. Espero que me comprendas…
Jajajajajajjaaja.
Dende luego… qué joputa lamigo, no? y qué par de cohone aserle eso a un presidiario, aunque tú lo seah.
xD Que bueno. Sería jugarte la vida conseguirnos una foto de eso? 😛
Leo, si la vida de mi madre dependiese de que yo encontrase a Antonio Benitez, habría dos lugares donde se me ocurriría comenzar a buscar: la cárcel o el cementerio. No me juzgues mal si dejo pasar tu petición.
Carabiru siempre se ha dicho que las peores puñaladas las dan donde no te llegas ni para rascar.