Esta conversación ya la hemos tenido antes…
– Ven cuando quieras. – Vale… ¿qué tal el Lunes?. – No mejor el Lunes no quieras…
– Ven cuando quieras. – Vale… ¿qué tal el Lunes?. – No mejor el Lunes no quieras…
El día de antes de nochebuena. Me han echado del curro. He comido verduras. No he dormido una mierda, hoy… …me molo, hoy… …hoy piso cabezas. Hoy mato gigantes. Hoy corro en uno-cero-tres… …hoy gano a todos, y lo único que voy a perder es la cabeza a las tres de la mañana… cuando aparezcas… …
No necesitas permisos de construcción para hacer castillos en las nubes. …y el metro cuadrado sale gratis…
…cuando el soñar contigo me deja el sabor en la boca de un dulce que ni siquiera he probado… Y se va perdiendo lentamente como arena escapándosete de las manos, sin remedio, sin posibilidad de anotarlo para poder recordarlo después… Dejando que acabes siendo como aquella tarta que hacía nosequién y que hubo que compartir …
Sólo seguirla con la mirada me resultaba imposible, incluso con el freno de mano echado me estrellaba en su primera curva… Y aquella estrofa de aquella canción resonando sin parar en la cabeza… «…no siempre estoy dispuesto a vivir…»