Tirante caído, estudiado desorden capilar, tacón de aguja y bolso de moda… Proponiendo delitos que no reconocería jamás… «Qué pasa? que porque lleve escote tengo que aceptar que me miren las tetas…?» Lo primero que pilló del armario, mentía, centro de las miradas de media ciudad… Lo que más sexy le sentaba era su amiga. Pelo recogido, sonrisa callada y una mirada que confesaba a gritos: «Yo siempre cojo lo que quiero…»