Guardaba un cuaderno, repleto de las reglas que me hacían la persona que debía ser. El hijo de mi padre, el amigo de mi mejor amigo, el yerno perfecto en tu casa. Quien iba a decir que ardería tan bien.
Guardaba un cuaderno, repleto de las reglas que me hacían la persona que debía ser. El hijo de mi padre, el amigo de mi mejor amigo, el yerno perfecto en tu casa. Quien iba a decir que ardería tan bien.