Son del cole fijo…
Sucedió que una noche, caminando por el puerto de Palma, habíamos quedado en el centro para cenar y, cosas del destino o las mujeres, íbamos tarde. Caminábamos a paso vivo cuando a lo lejos vi alguien terriblemente conocido. Pues listo – díjeme – tiene que ser alguien de mi colegio, porque lo conozco como de …