El aliño
Tú, a cualquier cosa, ponle tentación.
Tú, a cualquier cosa, ponle tentación.
El problema del alcohol nunca fue la resaca, aunque sí eres consciente al día siguiente. Tampoco es la desinhibición, el perder el autocontrol y hacer más cosas que quieres de las que debes. El único problema del alcohol es tenerte como pecado más prohibido y levantarte al día siguiente sin apenas regusto de haberlo cometido.
Guardaba un cuaderno, repleto de las reglas que me hacían la persona que debía ser. El hijo de mi padre, el amigo de mi mejor amigo, el yerno perfecto en tu casa. Quien iba a decir que ardería tan bien.
Yo que siempre tuve réplicas de sobra, ahora me veo callado, mirándome las punteras de las botas. No me lo tengas en cuenta si río por no follar.
Se intercambiaron los teléfonos, se apuntaron las direcciones. Se estrecharon las manos, se dieron abrazos. Se dieron los besos y se dieron los cuerpos, se intercambiaron los humores, mezclaron los sabores, frotaron sus cuerpos y decidieron no despedirse jamás.