Esto lo paga la Seguridad Social?
– …y noto, doctor, como un rac-rac, un crujido en la cabeza, como el que se oía por las noches cuando pasabas al lado de aquella silla del comedor que se rompió un día nada más la tia Engracia aplastó su culazo sobre ella, y entonces vimos que estaba hueca por dentro, la silla, la tia Engracia no, que siempre ha sido una mujer muy densa, y que soltó un polvillo amarillo, sisí doctor, que estaba carcomida! y que digo yo, doctor, que a ver si algo se me va a estar comiendo la cabeza por adentro y un día, aunque no se me siente la tia Engracia encima, por dios, se me rompe y resulta que lo que tenía adentro era…
– …polvillo amarillo y una carcoma?
– no… yo me refería a… una chica, doctor, una chica… que uno no es de madera…
ZzzzZZZzz
– …y como lo hacen los soñadores para seguir siéndolo durmiendo tan poco…?
– buscamos a la chica de nuestros sueños y nos pasamos las noches mirándola…
Promesa #8
«Prometo nunca dejar de mirar otras chicas… para comprobar que sigues siendo la más guapa…»
Cierta chica sin apellido…
Ya la conocía de hace mucho tiempo… Nos encontrábamos de vez en cuando gracias a internet -mierda…- porque era imposible coincidir en directo. Al principio no me atraía de ella mas que ciertos detalles, arrebatadores, sí, pero no le prestaba suficiente atención, siempre distraído por otras que yo creía más atractivas, aunque la mayoría de las veces no lo eran, siendo su principal, y probablemente, único punto fuerte, el ser mucho más fáciles y accesibles que ella…
Días que pasan… Días que estás arriba, días que estas abajo y otros días que duermes solo… Y por algún casual la encuentras… Siempre ha sido guapísima… ¿A quién le gustan las chicas perfectas? A mi no. Gustándome como me gusta pelear a la contra, lo que siempre me ha gustado de algo es lo que sólo me gusta a mi, lo que yo descubro y creo desapercibido por los demás… secreto… íntimo.
Por algún casual, -decía- la encuentras cierto dia… Y caes rendido, fulminado… A su forma de mirar de reojo, a su manera de volverte loco, de hacerte feliz, de volverte desdichado y volverte a hacer sentir el príncipe de tu barrio… de parecer hecha para ti, -no, seguro que a los demás no les puede gustar tanto…- de hacerte creer que estás hecho para ella… y de hacerlo todo -encima- en algo menos de cinco minutos…
Paloma. No necesita apellido.
Un sacrificio ritual, bien o mal, yo quiero hacerle a mi estrella, sin principio ni final… no puedo vivir sin ella…
