Vayamos a por más

Levántate y trae más hielo, que el sol aprieta y la cubitera derrama condesación, como en los días grandes, en los que no hay mañana, ni reuniones, ni llamadas, ni sonido del despertador.

Ve a por más cervezas, de las frías, que hay en el congelador, alguna quizás demasiado. Tráete otro abridor, que el ritmo no nos permite compartirlo, que Jose lo usa mientras habla con Natalia, y ella ríe, y no falta nadie, ni sobra nada en esa ecuación.

Abre otra botella de esas, alguien beberá. Prueba de ese plato, antes de que se termine, y mójalo allí, que todo sabe mejor con un poco de salsa, que no somos tan buenos cocineros, pero cualquier cosa la sabemos aliñar.

Que vengan más. Más amigos, más noches locas, más resacas, más viajes, más abrazos, más besos, más reencuentros y más años, que estos cuarenta los hemos gastado ya 🙂

Quemar etapas con gasolina

Para todos los que no encendemos velas a santos, para los que no solemos rezar, para quienes no tenemos monedas que arrojar a un pozo, y los que no nos fiamos del destino, se inventó el llenar una copa de alcohol y ofrecerle el borde resonante a la de un amigo.

…y brindar siempre porque cuando todo acabe, nos quede un bonito recuerdo.

Semanas de tres días

Que si la vida es esperar fines de semana, y las cosas se empiezan a disfrutar cuando están a punto de pasar, vete arreglando…

…que mañana ya es Jueves y el verano está llegando.

Niña, que hoy hay jarana

Recupera las cosas con las que te reías a carcajadas. Ese capítulo de los Simpsons. El verano del 98. El señor del tres y los caramelos de cubalibre de la cabalgata de Reyes. Porque el mundo sigue siendo el mismo, y si algo ha cambiado, has sido tú, y puedes volver a hacerlo.