Me encanta la idea que comenta ese anuncio, el que cuenta que nueve meses después del apagón de Nueva York, ese que duró 25 horas, nacieron niños a patadas. Me imagino los hospitales saturados, en estado de emergencia, no por un accidente aéreo, o algo similar, sino porque la peña, sin tele, se había puesto a hacer ejercicio horizontal durante un par de dias para echar el rato…
Me imagino que ese apagón, que causó un caos sin igual en la ciudad, con comercios asaltados por doquier, pillaje y destrozos, también provocaría que mas de una pareja solucionase alguna gilipollez de discusión con una sana sesión de edredoning. Y claro, con la peña haciendo el becerro en las calles, como para bajar a comprar gomitas…
¿A nadie se le ha ocurrido que cuanto mas grandes son las teles, menos niños nacen? Por extraño que parezca hay quien prefiere una partidita al Pro que echar un polvete antes de dormir, fijo. O ver Buenafuente, o el anuncio de la cama Restform, que lo confieso, se ha vuelto mi última fantasía sexual: dicen que no se mueve ni aunque se suban dos focas encima… Hay que ponerlo a prueba.
Volviendo al tema. Si El Pollo tiene una tele mas grande que mi cuarto, ¿para cuando puedo esperar sobrinos? Con la mala vida que Charly y Makro me proponen últimamente… Sobreviviré para conocerlos?
Yo lo tengo claro. En mi casa, cuando la tenga, nada de tele. Y a las diez, toque de queda… (Así compenso la sequía de últimamente…)