Chinos

noable.jpgLos alemanes vienen a la costa del sol a pasar su vejez, los futbolistas vuelven a sus clubes de origen para colgar las botas, el salmón vuelve al rio donde nació para procrear y morir, y los chinos… los chinos vienen a españa a vivir eternamente.

«Vámonos a españa Chin-Gao, allí dicen que no hay ni un chino muerto!»
– «No lo sé Cho-Chin, pa mi que eso va a ser una leyenda urbana como lo de ricky martin, el perro y la mermelada»

Vienen aqui y montan dos negocios: o un chino [restaurante], o un chino [todo a 100].

«Cho-Chin qué te parece ‘Gran Muralla’ como nombre para nuestro restaurante?»
– «humm creo que está pillado ya eh?»
«No jodas! …vaya…» (…) «Oye y ‘Dragón Rojo’?»
– «también… pillado…»
«Mielda! (…) entonces vamos a montar un todo a 100 que a eso no hay que ponerle nombre…»

Que digo yo, vaya putada que siendo chino, los elementos mas representativos de tu cultura tengan «erres». Parece que alguien lo hizo a posta para mofarse… Glan Mulalla. Dlagón Lojo.

«Qué rico está esto! qué es?»
– «Calne de lata»
«De qué lata?»
– «Calne de lata, de la que cole pol las alcántalillas…»

chino_mandarin_flan__361455.jpgCuando yo era pequeño no había tantos chinos en España, y mi idea de chino era el anagrama de la marca del flan que hacía mi abuela. Recuerdo que cuando empecé a ver chinos, los veía descafeinados. Donde estaban los bigotillos esos? y el gorrito?. Una decepción. Es ridículo, pero no me pasa solo a mi, Edu me contó que la familia americana que acogió a su primo, tras dos dias de verlo en vaqueros, le dijeron que ellos eran una familia muy comprensiva, y que no se cortase en ponerse su traje de torero para estar por casa cuando él quisiera, sin ningún problema.

La mezcla, la integración, el roce con otras culturas nos hace mas sabios. Hay que rozarse con los chinos para ver por qué no se mueren…

Delay…

Últimamente noto algo raro en mi vida… Como andar a pie cambiado…

– Lunes: Juerga, birras, gente… y subidón 😀
– Martes: …hum… resacón…
– Miércoles: Toma de conciencia… y bajonazo… 🙁
– Jueves: La vida sigue… :S
– Viernes: …y sigue 😉
– Sábado: Recargando pilas… (Arrocito criollo, tardes de sofá…)
– Domingo: Cine… ya casi es Lunes… 🙂

¿Me lo parece a mi o mis semanas las hacen con dos dias de retraso? En fin… la vida sigue… :S. Por cierto, el viernes hay arrock con pollo.

Empeñé todo lo bueno

Son las tres de la mañana. Baluarte está vacío. Solo están eMe y Nacho. Nacho, de pie, por dentro de la barra, con un codo apoyado en ella, mira la televisión en silencio. eMe, al otro lado, tiene una cerveza a medio empezar delante. Mira el suelo.

eMe: A veces me pregunto dónde tendré el sentido del ridículo…

Nacho: En el almacén.

eMe: ¿Cómo?

Nacho: En el almacén!. No te acuerdas? Me lo cambiaste por una ronda de cervezas.

eMe lo mira perplejo (o borracho) durante unos segundos (o minutos). Nacho no aparta la vista de la televisión. eMe gira la mirada hacia el aparato también.

eMe: Ah…

Yo fuí un fashion victim

gondomar.jpgOcurrió hace años, y al contrario de otra mucha gente, mi adicción al mundo de la moda no fué algo en lo que me adentrase de manera progresiva y difusa. Casi podría decir la hora exacta y el lugar concreto. Fué por la tarde y en la tienda de Massimo Dutti que antes había en el centro.

Empezamos a llamarla «la guapadependienta», aunque más tarde supimos que su nombre era Bárbara. ¿O no?. Es posible que el nombre sea producto de una asociación de ideas de mi cabeza, pero diría que se llamaba así… Era increíble, y no por su destreza doblando las camisas. Amor a primera visa.

Total, que Pin y yo comenzamos a aficcionarnos a ir a Massimo Dutti una o dos veces por semana, y Bárbara debió apiadarse de nosotros y empezó a darnos conversación entre compra y compra. Es lo que tiene el ridículo, quieras o no, llama la atención. Así, los dias en que no había gente en la tienda, mientras uno de los dos se probaba ropa en el mostrador, el otro podía conversar con Bárbara tratando de no hacerla resbalar con las babas. Obviamente, a partir de un determinado tiempo, hubimos de pactar quién de metía al probador y quién se quedaba fuera. «Que va, ese no te queda muy bien, pruébate estos siete que te he traído», «Ah! no son de tu talla? no te preocupes, enseguida te las busco»

massimo.jpgLlegó un momento en que nos peleábamos hasta por entrar el primero por la puerta para poder jugársela al otro. «Hola Bárbara! Pin quiere probarse ora vez pantalones!, yo creo que se los come eh?». Hasta que un día, que fuimos a comprar una corbata para la boda de la hermana de Pin, «la guapadependienta» había desaparecido… Tal fué el desencanto que ni compramos la corbata. Ese día en Massimo Dutti no hicieron tanta caja como el mes anterior, pero se contentaron con que no tuvieron que fregar esos misteriosos charcos que aparecían día si y día también en la tienda desde hacía un tiempo…

No volvió, y finalmente dejamos de esperarla. Un día en la discoteca de moda, cuando ya estabamos por irnos alguien me agarró del brazo y me dijo «Ésa camisa te la vendí yo». Allí estaban ella, sus ojazos azules, mis rios de babas, y su novio de 2 metros y cuarto, que me echó abajo las platónicas ilusiones, aunque le agradezco que me dejase en su sitio los dientes. Charlé con ella unos minutos y nos despedimos.

Nunca la volví a ver… La moda perdió todo su interés para nosotros… La tienda de Massimo Dutti cerró… Ahora compro en el mercata

Amputación en las aulas

clase.jpgLeo en el blog de fitti una de esas noticias amarillo huevo que saca el 20minutos y de las que tanto me beneficio aquí en MienteMe:

«Profesora le corta la lengua a un alumno por hablar mucho en clase»

Recién vengo de clase y y traía un cabreo parecido al que debía tener la profesora, así que con mi experiencia personal bulléndo en la cabeza, he entrado a leer íntegra la noticia a ver si se la había cortado con motosierra, cuchillo jamonero o cizalla oxidada… Como suele ocurrir con el citado diario, el titular no le hace justicia al artículo, mucho mas cuerdo y comprensible, por eso me quedo con lo gore, con el titular.

covap.jpgMis padres y tios se quejan siempre de que mi generación, y posteriores, están malcriadas, que antes los profesores no toleraban ciertas cosas y que por menos de un ‘jesús’ te llevabas una leche. Entera. Pues fíjate, ahora, si hablas mucho, te quedas sin lengua, como los traidores de antes que ellos. A ver si la generación blandita no va a ser la de mis padres…

Ayer sólo salí hasta las doce, para acostarme prontito y rendir hoy en clase. A las diez y media un poco pasadas, he llegado a clase, he abierto el cuaderno y empezado a tomar apuntes muy aplicado, tratándo de enterarme y todo. En eso que llega un tio que me sonaba de otras veces, se sienta a mi lado y dice:

«¿A que jode que justo el dia que quieres currártelo en clase tengan que venir a joderte dos niñatos?, por cierto, no nos han presentado, me llamo Murphy»

-¿Murfi?

«Si, imbécil. Murphy, el de las leyes…»

Efectivamente dos payasos sentados delante y contándose la vida en voz alta, golpeando la mesa para hacer ruido a propósito para que el profesor terminase la clase antes de tiempo, gritando «ámonos ya» desde el primer cuarto de hora de clase, me han hecho imposible enterarme de la mitad de la explicación. Aplicando el método de la citada profesora italiana del artículo, si a un alumno que habla demasiado se le corta la lengua, a dos que dan mucho por culo… qué se les corta?

Y no, no necesito ninguna justificación por haber perdido el hilo de la lección. Hay dias que entro a clase con el 20minutos directamente, o con una resaca muy fea, pero hoy no, y he puesto empeño en enterarme de la clase… y cuanto más ponía, más gordo crecía el cabreo dentro de mi…

Luego se habla de la mala leche de los profesores corrigiendo exámenes y tal. Yo creo que esa mala leche habría que reconducirla mejor… Tijeras para todos, hombreyá!