Alta traición
Creo que el sentirme traicionado es lo que mas me duele del mundo. Precisamente porque la lealtad es algo que tengo, seguramente, sobrevalorado. La traición es un cúmulo de sensaciones, todas muy dolorosas, mentira, soledad, falta, verguenza… Por eso procuro ser siempre leal hasta límites ridículos, porque igualmente, lo exijo.
Hoy voy a cometer traición. Doble traición, porque llevo un tiempo con un comecome en la cabeza, y como dijo Cantú, «sólo pensar en traicionar ya es una traición consumada», asi que me confieso de dos traiciones en un solo post, me perdonan los traicionados (o no…) y seguimos escribiendo tonterías…
La primera, es que desde ahora, mi buen amigo y maestro Juan comparte con una chica el rincón que le tenía reservado solo a él en mi lector de feeds. En «Fotografía» no había nadie que se pusiese a tu altura profe, pero viene esta Etringita y mira las cosas de esa manera… Nunca he intentado hacer fotos porque sé que no tengo la capacidad de ver las cosas desde ese ángulo maravilloso que vosotros veis tan claro y para los demás no existe… Y si tu eres el jefe supremo del retrato, la nueva inquilina le saca una foto a la rutina y le sale un croquis del positivismo. Y si… desde que visito su blog desayuno Special K con frutillas todos los dias… cuatro veces…
La segunda es que estoy loco por que abran el café de la luna. Lo siento, mi Baluarte querido, pero eso de que en Córdoba haya un baretillo que va a abrir con un concierto del mítico Antonio Vega… me tiene desmontado… Aún no he encontrado alguien que quiera venir conmigo a cantar eso de… «me asomo a la ventana eres la chica de ayer…», pero me da igual. Esta tarde compro dos entradas para el concierto, aunque solo una tenga nombre de momento. Cuernos, Baluarte, cuernos…
Espero que Nacho, Manolo y Juan me sepan perdonar las infidelidades… entendedme… 😉
…voy a prepararme un tazón de Special K…