Pasa la vida, no los años
Cuál es la mayor locura que has hecho por amor? -preguntó
Esperar. -dijo.
Cuál es la mayor locura que has hecho por amor? -preguntó
Esperar. -dijo.
Si hablamos de rincones, Córdoba solo los tiene de dos tipos: donde nos besamos, y donde me hubiese gustado besarte.
El drama de no haber estudiado, es confundir los punto y seguido con los punto y aparte, perder los puntos suspensivos y comerte todos los puntos finales.
Ayer me volví a declarar. Solo lo he hecho un par de veces. Así, de esa forma en que empiezas con mariposas en el estómago y terminas con un yunque. Siempre fui, ya lo sabes, muy fan de las comedias románticas. Y siempre soñé que a mi me funcionase un mandar rosas rojas, un esperar bajo la lluvia, un correr al aeropuerto. Pero del aeropuerto de Córdoba no salen aviones. Y aquí casi nunca llueve. Y hoy vale más una criptomoneda que una rosa. Así que volví a quedarme con el insomnio, la pena y los celos que nunca tuve.
Hoy, además, no se habla. Todo se escribe. Es verdad que yo siempre fui más de escribir que de hablar. De notitas en clase de Lengua, más que de acercarme en el recreo a donde tus amigas. Pero se me están quemando los ojos de mirar pantallas y cada día ando más cheposo, de mirar abajo, y no de frente. Hubo un tiempo en que mirar se me daba hasta mejor que escribir. Hubo un tiempo en que por una mirada te partían la cara, y no por pedir instagram.
Me pregunto qué comedias románticas adorarán nuestros hijos. Supongo que la Laura Linney de turno hará tiktoks con canciones de reguetón para Rodrigo Santoro, y que Andrew Lincoln le dará like a todo lo que publique Keyra Knightley hasta que ella ate cabos, y nuestros vástagos se derritan con eso, y repliquen el éxito.
Ayer hable con el florista, y dijo que ahora facturan más con las pompas fúnebres que con los ramos. En el telediario dijeron que al Adolfo Suárez – Barajas van los sin techo a dormir. Y que en Córdoba, ya no va a llover más…
Se terminó la botella. Cayó la última gota y la apuramos como un gran final. Apenas pasó de la punta de la lengua, allá donde tú también acabaste. Recogimos mesa y mantel y la mesa quedó vacía y silenciosa.
El día que me di cuenta de que ya no estabas, no caían meteoritos sobre la tierra, ni una ola gigante se nos tragó sin darnos tiempo a ponernos el bañador, pero, yo lo supe, se había acabado el mundo.
El Tio Patillas siempre dice que planes a más de tres meses no hay que hacer. No sabemos dónde estaremos mañana. Putin y Trump asienten sonrientes, seguramente.
Hoy me ha llamado mi amigo Calvo para decirme que le han vuelto a dar el trabajo de sus sueños, y me he alegrado, y le he prometido que brindaremos por ello. He colgado, y he vuelto al trabajo, a contestar emails, a pelear con proveedores… He vuelto a llamar al Calvo medio minuto después.
No, Calvo. No te he dicho que de verdad, estoy muy contento. Hoy el día ya me merece la pena. Vas a triunfar como el tío que inventó las chapas y es lo mejor que podría pasar hoy.
Si hubiese sabido que aquel era nuestro último día juntos, lo habría hecho igual. Pero habría sido un poquito más como hoy, y no te habría dejado que te fueras sin saber cómo me habías hecho el día. (Perdóname).
Let’s spend the dollars you’ve been savin’ on a Mercedes-Benz
And throw a party like McCartney with some help from my friends
Yeah, let’s go down to Malibu and watch the Sun fade out once more
Show me how you’d hold me if tomorrow was comin’ for sure
Let’s pretend it’s not the end of the world