…que el dia que el amor te duela, te castigue, te salga caro y no te rente, te grite, te insulte y te sea borde, el dia que dé menos de lo que pide, el dia que recrimine, el dia que niegue, el dia que te tenga bajo sospecha, el dia en que, dada una esquina cualquiera, tienda mas a sermonearte por esa camisa que a arrancártela a mordiscos, a sacarte defectos en lugar de encontrarte virtudes que no existen…
ese dia…
…el que te despides sin ganas, con formulismos y llevándote un cabreo empaquetado debajo del brazo, ese viernes sin sexo, ese domingo sin manta, peli y calcetines de deporte…
ese dia te mereces que nadie te recrimine largarte con tus canciones a otra parte del mundo, y que no te vuelvan a escuchar sino como una melodía lejana…
Necesito un amor / que no cueste trabajo…
No hay amores que no cuesten trabajo, a estas alturas ya deberías saberlo, eMe.
😉
Aún a riesgo de dejar mal a mi querido y admirado Mago,Birubí, en esta te equivocas, y sí, hablo por experiencia
por como se te da con las palabras, no deberías tener problemas en conseguirlo, una vez que lo hayas encontrado.
Bueno, Na, en realidad las palabras se me caen al suelo delante de aquellas chicas que merecéis que uno se quede sin ellas…
Que conste que no lo decía por el tipo de trabajo que muestra la entrada.
Pero amar implica pasar de pensar en «yo» a «nosotros», y a la vez no olvidar que ese «nosotros» siguen siendo dos personas distintas, por muchas conexiones que haya entre ellas.
Amar da trabajo, pero es tan gratificante que olvidas lo extraordinariamente difícil que es conseguirlo.
😉