…porque no hay Lunes mas Lunes que el mes de Septiembre, alguien ha levantado la lona que es el verano y que tapaba nuestros problemas, rutinas, abulias y miedos y ha dejado todo como no queríamos: a la vista, desordenado y con el trabajo por hacer…
…y tú que no te has leído los libros que ibas a leerte en la playa…
Es aún peor, porque pulsas el botón del ordenador y, joder, funciona… y ahora va a haber que currar y todo… qué hacemos?
Yo quiero lluvia, quiero tierra mojada, quiero calzarme mis botas de monte y subir, subir y subir, quiero chimeneas crepitantes, quiero vinos, quiero noches infinitas con -muchos- amigos, quiero olvidarme de bodas, quiero mantita y peli, quiero decir «abrimos unas botellas y pasamos de salir hoy?», quiero familia, quiero Villanueva, quiero Rocktubre y quiero conciertos, quiero calcetines de lana, quiero castañas asadas, quiero, quiero y quiero…
Yo quiero no querer nada porque tenga todo lo que necesito, quiero amar hasta límites insospechados y quiero que me quieran sin sentido, sin condiciones y sin final, quiero que el día más gris me parezca siempre soleado y quiero tener siempre el aliento del que puede con todo, quiero, quiero, quiero, quiero tantas cosas que debería prohibírseme querer, por avariciosa…
Pero tenerlo ya todo de antemano… no es matar cualquier posibilidad de aventura? de búsqueda? y lo que es peor… De encuentro?
Las cosas ni se buscan ni se encuentran, sólo suceden o no, y en casi todos los casos eso no depende de cuánto quieras algo…
Querer algo y no conseguirlo provoca angustia, querer cosas no es bueno, es mejor no esperar nada y que todo lo que venga lo veas como un regalo.