Desilusión

…y poco a poco, mientras cuidadosamente, para no herirme, me lo iba explicando, entendí que no, que esa noche no iba a ligar una mierda… Mas bien todo lo contrario…

Vaya… y yo que creía que eso de la noche de chicas me iba a gustar…

Fitness

Con lo que estoy sufriendo la cuesta de Enero, para San Valentín llego con un culo que ni Brad Pitt oiga.

M1 m4dr3

Mi madre es esa señora analógica 100% que de ser posible, alumbraría la casa con velas. Firme enemiga de «cacharros» como «el internet ese», mi madre sigue llamando a el programa de «El Tiempo» – lo único que tolera de la televisión, ese invento diabólico -, «el parte».

Va diciendo a sus amigas que a su hijo se le da bien arreglar cacharros. Yo, que soy creyente acérrimo de «la regla de los tres pasos» para reparar la avanzada tecnología de cualquier aparato, ésto es, apagar y encender; golpear con firmeza pero sin demasiada fuerza a ver si algo se le había soltado y vuelve a encontrar su lugar original o, como último recurso, dejarlo descansar un ratito, sé por qué mi madre me tiene tanta fé. Desde hace un año, hemos logrado que mi madre lleve encima un móvil, porque antes decía que eso de hablar con un teléfono en la calle mientras andas es una horterada y que le daba verguenza, (aún hoy, a veces, si le suena el móvil, se hace la loca). No lo usa apenas, pero cuando se le queda sin batería, al llegar a casa, te lo alarga despreocupada mientras dice «Toma. Se ha roto.«