¿Que clase de persona es una que no bebe cerveza? Una de quién te puedas fiar, no. Vale, las chicas no cuentan. No sé por qué, pero no cuentan, y no hay que pretender entenderlo tampoco, son chicas, si las comprendiésemos, no nos gustarían tanto. No les gusta, y punto. Aunque cuando a una chica le gusta la cerveza… eso mola 🙂 Tiene como ocho puntos ganados de golpe. Viene tu colega y dice «mira, mi chati bebe cerveza… a morro». Y tu «hala… has encontrado a la mujer de tus sueños!». Sí, los tios somos básicos de serie. Suerte que teneis las chicas…
Pero un tio que no le guste la cerveza… ¿Cómo te vas a fiar de él? Algo falla ahí. Vale que cuando eres un enano y tu padre te dice «ven niño que pruebes la cerveza» te da un asco que te cruje la garganta, pero tu sabes que tu padre te lo ha dicho porque quiere hacer de ti un hombre de pro, hecho y derecho, de orgullo y honor. Y perseveras. Hasta que un 12 de julio que has tenido que ir a renovar el DNI en la comisaría de Vallellano, y despues de 3 horas de insoportable cola y sudoroso hacinamiento, vuelves a casa soportando ‘cuarentipico’ grados, y ahí esta… helada… dorada… deseada… glub glub y ya eres un hombre. Lo del estreno sexual es secundario.
Pocas cosas que valgan tan poco están tan bien valoradas. A un tio que no conoces de nada, acodado en la barra de un bar, le invitas a una caña (ni un eurito), y ya lo haces feliz, es colega tuyo como si hubiéseis hecho la mili juntos, y sería capaz de entrar en un edificio en llamas para rescatar a tu abuela. «…no me dé las gracias, señora, ha sido un placer. Su nieto una vez me invito a cañas… se lo debía».
Estas en la cama con la novia de tu amigo (a quién no le ha pasado?). Entra él y se pone hecho una furia (normal, yampoco es cosa de echárselo en cara). Si eres capaz de convencerlo de que se tome unas cañas contigo, todo esta arreglado a la tercera ronda (mil pelillas de las de antes). Ahora, a la chica la deja… no bebía cerveza, y eso pesa…
Llegas a un bar a las 12 y media de la mañana. Si pides una Fanta te sientes mal porque el camarero te mira burlón, como diciendo «aaaaay… que tanto azúcar no es bueno para los dientess». Si pides un cubata te sientes culpable porque a las 12 de la mañana, pedirse un cubata denota una degradación personal notable. Ahora. Pides una caña, y quedas como un señor, y encima te ponen tapa. Porque a las 12 de la mañana, con una caña delante, si no te ponen tapa, el que se siente culpable, es el camarero, ¿que no?.
Pero sobre todo porque si estas con un tio en un bar, tu empiezas a tomar cañas, y él fantas, sabes que tú vas a terminar contándole todas tus intimidades, y él podría hasta apuntarlas con buena letra, y además no contarte ni media… Como vas a fiarte de él??. Y es que los amigos que conoces en noches de borrachera son los mejores. No les encuentras defectos, porque estas en un estado, que tampoco vas a ponerte a buscar nimiedades, ademas son graciosísimos!. Son como los amigos del verano de cuando eras pequeño. Estas de vacaciones, solo tienes que preocuparte de pasarlo bien, y los ves 15 dias al año… ¿Vas a enfadarte con ellos?. Pues igual.
Nunca te fies de un tio que no bebe cerveza. Y nunca rechaces una cerveza a la que te hayan invitado. Dos frases que te harán de la vida un camino asfaltado hacia el éxito 😛