– Y que tampoco pido tanto… Me vale con que sea simpático, cariñoso, buena gente… nada mas… Y que le guste viajar… Que no sea rata, que los de la hermandad del puño cerrado me dan mucho coraje… Que sea listo… que tenga un buen trabajo, lo justo para vivir bien, tampoco quiero un muerto de hambre… Alto… Guapo… Limpio… que tenga buen cuerpo… no un cachas de gimnasio, pero que lo tenga todo en su sitio, que le guste hacer deporte, vaya! Ah! y que le gusten los niños… y divertido, que le guste salir, pero no tanto, osea, tu me entiendes, que le guste salir, pero también que le guste estar en casa… Familiar, eso, familiar… y… Que no sea gruñón… Que tenga buen humor… Y cariñoso, ah! yalohedicho, es verdad… y fiel, fiel, si, si… estoy harta de cabrones… un hombre de verdad, joe… acaso pido tanto? no me lo merezco?

– …veeenga va, que te presento a Charly…

Solo treinta añitos y la de cosas que nos ha dado tiempo a hacer ya, tron… Cuéntaselo a tu sobrina. Que llegamos a Sierra Nevada por los pelos, con un gafe en el asiento de atrás, que empezamos flipando con las de los palacios y terminamos quitándonos de encima asturianas, que sobrevivímos tres días encerrados en el piso a fuerza de jamón y brugal, que pasamos horas desenterrando a willy solo para darle nosotros mismos el tiro de gracia, porque así somos nosotros, que estábamos entre los cien mejores del camino de santiago y lo demostramos, que vimos ponerse el sol sobre el mar, aplaudiendo, en El Palmar, con un color de piel rojo fluorescente por quedarnos dormidos al sol, que nos bebimos 50 cervezas en una noche antes de empezar con lo nuestro, que siempre fueron las copas en nuestra oficina, que supe que había encontrado a tu chica nada mas la vi, que te lo dije esa misma noche, que nunca conseguimos convencer a Max de que la piscina estaba vacía, por más que nunca nos hemos empeñado en nada de esa manera, que pasamos inviernos mirando una foto del Maracas, «ya mismo estamos ahí bebiendo cervezas», que casamos a tu hermano bien casado, que sobrevivimos a la M40 y a Fer como chófer, que subimos al Mulhacén, que nos compramos un yate, que nos ganaron los chinos, que se nos comió el gato el jamón, que no rehusamos ningún barranco jamás… Que brindamos cientos de veces, en cientos de lugares distintos, con cientos de personas diferentes… Y que solo son treinta años… Y nos sigue filtrando el riñón como si estuviese nuevo… Más madera tron, más madera!

…y felicidades!!!

4 thoughts on “El hombre perfecto

  1. No he exagerado absolutamente nada en la descripción, Birubí, quien lo conoce, lo sabe… (eso es lo que más coraje da de él…)

  2. Quien lo conoce y quien no: No se puede mentir tanto ni tan bien.
    Hay que ser muy grande para que se te quiera tanto 🙂

    Felicidades, Charly!!!! 🙂

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